La hora de la verdad

Aunque se nos quedó la etapa un poco coja sin el Alto de la Sía, ayer pudimos tomar una buena dosis de ciclismo. Además, el triunfo de Samuel Sánchez es una alegría para todos, al tratarse de uno de esos corredores sacrificados que llevan años buscando una victoria importante con la que dar lustre al palmarés. Y encima la logró en una jornada de montaña y contra hombres de entidad, como Pereiro y Ardila. El colombiano pagó la novatada, pero hay que estar ahí para rematar la jugada. Y, por cierto, un diez para la afición cántabra. Han respondido de forma impecable. En cuanto a los de arriba, sin novedad en el frente. Roberto pasó el test a la perfección y, por fortuna, podrá afrontar Lagos sin vacilaciones.

Hoy llega la hora de la verdad. Los cinco hombres que acostumbran a cruzar juntitos la línea de meta, en esta ocasión deberían hacerlo de uno en uno. En Lagos, la rueda pierde cualquier valor. Y, para más inri, la metereología no está muy católica y puede darle un toquecillo más épico al día decisivo de esta Vuelta. Menchov recibirá el frío con los brazos abiertos y Heras tendrá que atacar de lejos, como cuando Lejarreta doblegó a Hinault en el 83, si quiere hacer diferencias. Necesita al menos un minuto de renta y el ruso, que es muy listo, no va entrar en el juego de los ataques y regulará para minimizar pérdidas. No se lo pierdan, amigos, que tiene toda la pinta de convertirse en una jornada para el recuerdo.