Inteligente refundación viguesa
Vuelve el Celta a Primera y parece que con la intención de quedarse muchos años y poner de nuevo en el hit parade de éxitos futbolísticos a la Rianxeira. Esto se deduce de su notable protagonismo y acierto en la campaña de adquisiciones y por ello la ilusión se ha apoderado otra vez de la afición celtiña. Si se confirma el del brasileño Iriney son once las nuevas caras a disposición de Fernando Vázquez y con ello se puede hacer un equipo para aspirar a algo más que a mantener la categoría.
Baiano es su adquisición más importante porque a su valía futbolística se añade la circunstancia de que rechazó al Deportivo para vestir de celeste y por eso ya tiene bula para fallar en algunos partidos. Pero tampoco se puede olvidar que ha llegado un jugador tan canchero y contrastado como el argentino Diego Placente y comprado a Perera y Canobbio, los héroes del ascenso. Mención aparte merece David Silva. El canario cedido por el Valencia es una mezcla de Savio, por su manera de conducir el balón, y de Laudrup, por su visión de juego en el pase interior. En su debut en Primera debe mostrar la dimensión de su juego y puede ser uno de los candidatos al simbólico galardón de revelación del año. La pasada campaña estuvo a punto de subir al Éibar. Balaídos disfrutará con él.