El equipo está a la altura
La gira británica está demostrando que muchas cosas han cambiado con respecto a temporadas anteriores. Estamos ante un equipo con potencial, bien construido, vertebrado y con una ambición que ya habíamos olvidado por completo. Esa misma sensación de seriedad que implantó Bianchi con su discreción y sus modos de trabajo nada más coger las riendas del equipo, se ha reflejado en el terreno de juego. Después de que Telemadrid, -la televisión de todos los madrileños, dicen-, dejara por fin de despreciar a los aficionados rojiblancos ofreciendo el encuentro, -en diferido eso sí-, ante el Middlesbrough, hemos podido comprobar que se ha acertado de pleno con los fichajes. Muy especialmente en el caso de Petrov, un zurdo con una clase excepcional y con una visión de juego sorprendente.
Hemos comprobado también la inaudita recuperación de jugadores en los que habíamos perdido la confianza por completo, como es el caso de Luccin y esperemos pase lo mismo con Ibagaza. Por último y tal vez lo más importante: definitivamente vamos a desterrar la "torredependencia". Da gusto ver la alegría en su juego y las posibilidades que por las bandas se le abren a Torres. El puesto de titular esta muy caro y eso se nota. Todos salen a morder, conscientes de que se la juegan en cada partido.
Marcamos goles, creamos numerosas ocasiones y disparamos a puerta a la más mínima ocasión. Jugamos, en definitiva, presionando al rival hasta el límite y con una enorme vocación ofensiva, lo que hace pensar que además daremos espectáculo. Este nuevo Atlético, absolutamente renovado, está llamado a desterrar muchos tópicos del pasado, mucha pesadumbre y no menos frustración. Estamos ante un equipo tremendamente joven y con mucha calidad. Esta modélica pretemporada, centrada en nuestro caso exclusivamente en lo deportivo, no es más que el preámbulo a los buenos tiempos que tanto se resistían en llegar.