Beloki, lección de dignidad
En este Tour me estoy acordando mucho de Joseba Beloki y le estoy dando mucho más calor a los tres podios consecutivos que logró entre 2000 y 2002. Recuerdo el año de su debut (2000) con el maillot del Festina y Juan Fernández como director, cuando hizo aquella gran etapa en los Alpes y dejó de rueda a Armstrong, que ya vestía de amarillo. Allí ya se colocó bien en la general, pero en la última contrarreloj tuvo que luchar contra Moreau, por entonces compañero de equipo, para conservar el tercer puesto. Se pensaba que el francés era mucho mejor contrarrelojista que él, pero se agarró fuerte al manillar y conservó la plaza para transformarse en la revelación de aquel Tour. Al año siguiente repitió la jugada quitándole el tercer puesto a Kivilev y culminando una gran remontada, pues el kazajo, fallecido en 2003 en la París-Niza, había logrado una gran ventaja gracias a una escapada consentida. En 2002 quedaría segundo, tras una gran carrera. Esas tres actuaciones nos hicieron pensar que Beloki podría con Armstrong. Y de hecho, en 2003, era el principal rival del estadounidense hasta que llegó su terrible accidente, Ahora ha vuelto al Tour y le vemos sufrir para llegar a París. Pero mi admiración es tan grande ahora como cuando estaba en la cumbre. Beloki está dfando una lección de dignidad simplemente con tratar de terminar este Tour. Y esa entrega me hace pensar que la carrera de Beloki aún no ha terminado, que tenemos que seguir contando con él.
Yhoy llega la contrarreloj que terminará por distribuir los puestos. Nos falta saber si Ullrich acabará tercero desplazando a Rasmussen. Los 55 km le deben valer para remontarle los 2:12 que le lleva el danés. Subir al podio le puede valer a Ullrich para salvar un poco el Tour. Terminar cuarto sería todo un fracaso. Y queda ver si Mancebo mantiene esa quinta plaza ante un Leipheimer que está terminando mejor la carrera. Pero hay que confiar en la gran mentalidad de Mancebo.