Serrano, una gran persona
Tras el gran triunfo de Marcos Serrano ayer voy a dedicar todas estas líneas para él, se lo merece como profesional pero sobre todo como persona. Ha supuesto el premio al sacrificio de un gran profesional, un ciclista que lo ha dado siempre todo por sus compañeros. Es un verdadero hombre de batalla, fue el fiel escudero de aquel Escartín de Kelme que a punto estuvo de hacer podio y que, por ello, tuvo que sacrificar una fuga con visos de llegar por pararse y esperar la llegada de su jefe de filas. Después le vimos en otros tres Tours dándolo todo por Beloki, con gran calidad. Pero este año en que sus jefes no han rendido como se esperaba ha podido gozar de un poco más de libertad. Ya lo intentó hace unos días pero su paisano Pereiro se adelantó y ayer no desaprovechó la oportunidad de oro. En una de las llegadas más difíciles de la ronda francesa, logró dejar atrás a sus compañeros de escapada, y demostró ser el más fuerte llegando incluso con un margen de tiempo grande.
Creo que todo el ciclismo español tiene que estar de enhorabuena con la gran victoria de Serrano. No me cansaré de decir que, además de lo buen ciclista que es, por lo que más destaca es por su excelente calidad humana, y lo sé por experiencia. Hace poco un compañero tuvo un problema personal y el único corredor del pelotón que le llamó para darle ánimos fue él. Ese hecho, esa llamada es lo que le honra, porque en los buenos momentos es muy fácil acercarse a la gente, pero en los malos es en los que de verdad hay que estar y el gallego siempre lo ha demostrado. Para mi está en el mismo grupo en el que están Lastra o Chente, que también son excelentes personas. Por eso, por el que más me alegro por la victoria, es por tí Marcos. Por tí por lo que significa, después de ocho Tours disputados, lo que supone. Es una perfecta rubrica a tu gran carrera profesional. Creo que por fin has tenido el día de gloria que te merecías desde hace mucho tiempo.