Adiós a Beltrán

Antes de hablar de la etapa me gustaría dedicar unas líneas a Manolo Beltrán, que ha tenido que abandonar por una caída. Es un gregario de lujo, excepcional, ha permanecido siempre al lado de los mejores. En todos los equipos en los que ha estado (Class con Rominger, Mapei con Freire, Banesto con Olano y ahora en el Discovery con Armstrong), siempre se ha sacrificado por los demás. Si no fuera por él muchas victorias de los grandes no habrían podido producirse. No se le ha dado la importancia que merece y es que a sus 34 años lo hace todo a la perfección. Es como los olivos de su tierra de Jaen, que con los años dan mejores frutos. Además cuando ha tenido oportunidad de triunfar lo ha hecho, como en la Vuelta a Catalunya.

De la etapa hay que destacar a los tres corredores españoles que se metieron en la fuga buena y eso era lo difícil. Tras veinte o treinta cortes, Arrieta, Vicioso y Gárate se colaron en la escapada buena y han dado la cara buscando la victoria. Sin embargo cada día es más difícil ganar una etapa en el Tour y en esta ocasión se ha perdido una oportunidad. Pero la verdad es que Moncoutié ha demostrado ser el más fuerte en ese grupo y lo ha estado muy bien, sobre todo porque ha hecho honor a la fiesta nacional de su país. Para hoy los equipos de los sprinters tienen la última oportunidad, antes de París, de llegar a un final así. Aunque habrá un montón de corredores en busca de una escapada, lo tendrán bastante difícil para llegar a la meta.