Preparando la Vuelta
El Galibier, coloso en el que tantas veces se decidió el Tour, pasó desapercibido en la película de esta edición. Los corredores del Discovery imprimieron un fuerte ritmo de ascensión y nadie se atrevió a desafiarles. Lástima, porque si lo hubieran intentado podríamos haber visto hasta que punto es fuerte el equipo de Armstrong. Pero para ello, claro, sus rivales habrían tenido que sacrificar a un corredor con la calidad suficiente para romper el equipo del líder. Y eso nos lleva a dos conclusiones: que ya no hay verdaderos escaladores y que Armstrong no tiene rival. El único que se atreve con él, Vinokourov, iba por delante, y sus compañeros en el T-Mobile, Ullrich y Klöden, no podían rematar, bastante tenían con aguantar.
Bueno, algún escalador nato todavía queda. Pero el danés Rasmussen parece ya contento con su segundo puesto y la Montaña y no parece que tenga intención de arriesgarse a buscar más. Y en cuanto a Mayo y Heras... ¡Qué decepción! Siete meses preparando exclusivamente el Tour para esto. Pienso que no pueden hipotecar todo el año por el Tour cuando luego no tienen seguridad alguna de que vaya a salir bien. Incluso diría que en el caso del Liberty lo deberían tener la certeza de que siempre sale mal. El equipo de Manolo Saiz va de fracaso en fracaso en el Tour. Parece que vienen a esta carrera a preparar la Vuelta a España. Pero los descalabros en el Tour no tienen remedio. Ni ganando la Vuelta se pueden enmendar.