Un Balón desinflado
Me ha dejado un poco desinflado la etapa de hoy. Espera bastante más en el Balón de Alsacia, un puerto donde Lucien Aimar ganó un Tour o donde pudo perderlo Jan Ullrich en el 97 si no llega a encontrar amigos que le echaran una mano. Esperaba sobre todo que el T-Mobile intentara buscar fisuras en el equipo de Armstrong una vez que el día anterior comprobaron que tenía fallos. Quizás la esperada ofensiva de Vinokourov se vio frenada por la caída de Ullrich. Puede que no estuviera del todo recuperado y era peligroso que su equipo montara una batalla en la que el alemán podría salir perdiendo. Pero fue una pena que los favoritos no se movieran. Aunque la meta estaba lejos de la cima, la pelea nos habría dado muchos datos.
Los españoles estuvieron bien. Metimos tres corredores en la escapada buena. No nos sirvió de mucho porque con ellos entraron corredores de mucha calidad y al final Vicioso, Landaluze y Zandio no pudieron seguir la rueda de Rasmussen, ni tampoco la de Moreau y Voigt. Los nuestros tenían 250cc de ciclindrada y los otros 500cc. Pero el que hace lo que puede no está obligado a más. Fue una gran gesta, lo mejor de la etapa, la cabalgada de rasmussen, que le dio la etapa y el liderato de la Montaña. Y Voigt se llevó también un buen premio con el maillot amarillo. Aunque yo creo que, tras el día de descanso de hoy, el alemán volverá a ceder el liderato a Armstrong mañana en Courchevel. Allí sí que tendremos que saber muchas más cosas.