Guiño del COI a Madrid

El nuevo Comité Olímpico Internacional (COI) parece desmarcarse de la rotación de continentes. Digo nuevo, porque aunque su presidente Jacques Rogge lleve cuatro años en el cargo, las grandes decisiones de su mandato llegan ahora. Están siendo decisiones rupturistas que se salen claramente de la línea de la anterior etapa bajo el mandato de Samaranch.

La primera fue la elección de Londres como sede de los Juegos de 2012 cuando no era la candidatura oficialista; la segunda, la expulsión de dos deportes que ni eran comerciales ni parece que limpios. En el COI se ha iniciado un periodo menos presidencialista, más abierto

y propicio, por tanto, a los cambios y a las innovaciones.

Gran cambio es la posibilidad de que desaparezca la alternancia de los continentes. La mención hasta ahora de que no es norma escrita era constante, pero la realidad es que se aplicaba al término de cada olimpiada. Ahora el nuevo COI deja en el aire la opción de repetir sede. ¿Es esto un guiño a Madrid? Lo veremos. De momento a Ruiz-Gallardón le ha faltado tiempo para anunciar el cierre de la oficina olímpica cuando aún tiene que ser recibida mañana por el Rey. La intención anunciada por el COI no obliga a tener prisas ahora. Todo lo contrario. Lo mismo ese ángel custodio que será la dirección que guarde la memoria de la candidatura se queda sin trabajo antes de empezar. Ojalá.