Como pez en el agua
El de ayer fue un día de perros para los ciclistas ya que se juntaron los peores enemigos que se pueden dar: la lluvia, el viento y la alta velocidad. Vivimos una etapa en la que lo importante era llegar a la meta, aunque se perdieran algunos segundos, pero llegar en buenas condiciones. No caerse suponía un triunfo. De las seis etapas disputadas en este Tour ésta ha sido la más peligrosa, la que más riesgos ha representado para los corredores. Hubo muchas caídas en las que, afortunadamente, ninguno de los nuestros se vio implicado de gravedad. Por ello los ciclistas, al llegar al hotel, tuvieron que sentirse felices después de la tensión sufrida. De entre todos, el que sigue confirmando sus opciones de oposición seria a Armstrong, sigue siendo Vinokourov.
Yes que se defendió como pez en el agua y le arañó segundos a Armstrong, que no quiso arriesgar. El americano tuvo la suerte de cara ya que, en una caída de cincuenta corredores, salió sin un solo rasguño. Puede ser suerte o habilidad para esquivar... pero tendrá que estar atento ya que Vinokourov se muestra como el rival más fuerte en su lucha por el Tour, está en buena forma y va muy rápido. Va a arriesgar y eso es bueno. Hoy los velocistas volverán a tener sus opciones y se vivirán repetidos intentos de escapadas. Para el líder, la etapa será un chollo ya que tendrá a los equipos de los velocistas controlando la carrera. No gastarán energías, y mantendrá el maillot amarillo sin apenas trabajar por la etapa. Lo único, controlar los rivales.