El colosal reto de Madrid 2012

El gran viaje de Madrid 2012 se puso ayer en marcha. "¡Qué! ¿Vamos a ganar?" es la pregunta del millón. La respuesta no difiere de la apuntada meses atrás. Madrid puede ganar porque tiene un gran proyecto. Pero el olimpismo tiene una deuda con París. Perdió con Barcelona y con Pekín. Su proyecto desprende la misma fortaleza y pasión que el de Madrid. Por si fuera poco, Londres entra en la lucha. Y Nueva York. Y Moscú. ¿Cómo no va a ser capaz de organizar unos Juegos cualquiera de estas ciudades? Jamás ha habido rivalidad como ésta. Cuando se concedieron los Juegos de 1984 a Los Ángeles no hubo más candidatas. Y en los siguientes, Seúl sólo tuvo que ganar a Nagoya. ¡Qué fácil resultaba entonces organizarlos!

Fue después, bajo la influencia de Samaranch, cuando comenzó la competencia. Y ninguna tan dura como ésta. Basta recordar las candidatas recientes: Barcelona, París, Amsterdam, Belgrado, Birmingham y Brisbane para 1992; Atlanta, Atenas, Belgrado, Melbourne, Manchester y Toronto para 1996. Sydney, Berlín, Estambul, Manchester y Pekín para 2000; Atenas, Roma, Estocolmo, Buenos Aires y Ciudad del Cabo para 2004; Pekín, París, Toronto, Estambul y Osaka para 2008. Ahora están las cuatro mayores metrópolis del mundo, más Madrid. Ni el corte ni los evaluadores nos han dejado fuera de la carrera. Tal el así, que a Singapur vamos con el más formidable equipo que jamás haya podido reunir candidatura alguna.