Hacen falta más campeones

Los Juegos Mediterráneos se aproximan a su final y estamos estancados en el medallero. Con muchas medallas, sí, 115 nada menos, pero lejos aún de los oros de Italia y de Francia, nuestros enemigos naturales. Esta vez, por ser los Juegos en casa y porque Lissavetzky tocó a generala para que las federaciones tomaran al asalto el primer puesto del medallero, esperábamos más. Hemos superado el récord de las 110 medallas de hace 14 años, pero es que ahora se disputan 152 más que entonces. El objetivo tampoco puede ser mejorar el récord de 33 oros hace cuatro años -ahora también hay 39 más en disputa-, sino encabezar el medallero. Y para superar a Italia y Francia nos hacen falta más campeones.

Es cierto que aún están en juego muchas finales, pero el balonmano, el waterpolo, el fútbol, el tenis, etc, reparten pocos oros (por cierto, ha volado el de baloncesto). La mayor parte se encuentra en el atletismo y como Odriozola no venga al rescate... De momento suma cuatro, mas todavía quedan en disputa 25 títulos. La natación también repartió muchos oros y sólo sacamos dos. Una decepción. Una birria si se compara con los seis oros de la gimnasia, los cuatro del golf, los tres del judo y la halterofilia, los dos del kárate y los discapacitados y el único del ciclismo, la lucha, el piragüismo y el arco. Semejante balance no da más que para ganar a los turcos. Italia y Francia siguen quedando lejos aún compitiendo en casa. Mal.