No debemos engañarnos para el Tour

Parece que por fin el Euskaltel ha despertado del letargo. Tras una racha nefasta ha conseguido ganar las dos carreras más importantes antes del Tour: el Dauphiné Libéré y la Vuelta a Suiza. Son muy buenas noticias para Iban Mayo a sólo dos semanas del inicio del Tour. Su equipo empieza a funcionar en el momento preciso. Y además, hemos recuperado a Aitor González, un ciclista que arrolló en la Vuelta a España 2002 y desde entonces ha estado muy intermitente, con una actuación buena y cinco malas. Este triunfo tiene que devolverle la confianza, sobre todo porque lo ha logrado atacando en puertos de alta montaña, que es donde lo pasaba mal. A ver si es verdad que el ciclismo español recupera a este ciclista que apuntaba una gran proyección. Lo que me parece una pena es que no vaya al Tour. Su equipo tenía que aprovechar su gran estado de forma.

Ultimamente todo son buenas noticias para nuestro ciclismo. Tanto en el Dauphiné como en la Vuelta a Suiza hemos visto brillar a muchos corredores españoles, no sólo a los que han ganado. Pero yo no voy a engañar. Estos dos triunfos son dos excelentes señales, pero el Tour de Francia es una carrera muy diferente. Y además, en esos quince días que faltan, los médicos hacen milagros y gente a los que ni hemos visto aparecer en esas dos carreras, luego son balas en cuanto empieza el Tour. Así que no nos dejemos llevar por la euforia. En realidad, para luchar por meterse en el podio del Tour yo sólo tengo confianza en Iban Mayo. Habrá otros que pueden ganar alguna etapa y ser protagonistas en mayor o menor grado. Pero creo que sólo Iban Mayo puede estar a la altura de Armstrong, Ullrich y demás favoritos de la gran ronda francesa.