Los premios Siete Estrellas de la Comunidad de Madrid van cogiendo cierta solera. Es importante, porque Madrid ha vivido en los últimos años de espaldas al deporte. El fútbol, y el Real Madrid en concreto, minimizaba cualquier otra competición que se organizara en la ciudad. Pero de unos años a esta parte el monocultivo del fútbol va dejando espacio a otros deportes. El Rockódromo se llena con el tenis, el Palacio de los Deportes con el atletismo, las salas del IFEMA con la gimnasia... A esto ha ayudado una barbaridad la candidatura olímpica. Por eso Ruiz-Gallardón recibió uno de los premios. Y Patricia Moreno. Y Carlos Castaño, que Madrid también comienza a tener medallistas olímpicos.
A esta promoción del deporte está ayudando seriamente la Comunidad de Madrid, no por los premios que entrega sino por las ayudas que presta a todos los niveles: federaciones, clubes y colegios. Su presidenta, Esperanza Aguirre, cumple con su compromiso de contribuir al desarrollo del deporte, porque está convencida de sus valores: "Es la mejor escuela de compañerismo y me atrevo a decir que de la amistad. En el deporte se aprende a respetar y a valorar a los adversarios, algo que nos debe acompañar en todas las facetas de la vida y, por supuesto, en la vida política". Y así, con dos políticos que han apostado por el deporte, Madrid comienza a recuperar una actividad que estaba abandonada desde hacía 19 años.