Bianchi, una apuesta para ganar
Me decía, con razón, un buen amigo mío que ya era hora que el Atlético apostara por un catedrático y se olvidara de maestros de escuela. Andamos justitos de ilusión y sobrados de desengaños, pero aún podemos diferenciar cuando jugamos a caballo ganador. En los últimos años hemos confiado en técnicos apañaditos que habían solventado muy dignamente su papel en equipos inferiores. Cuando han tenido que dar la talla en un club con exigencias que sobrepasan el requisito de salvar la categoría, han fracasado. Si este equipo quiere actualizar su laureado pasado tiene que empezar dotando al banquillo de un entrenador con carácter y estigma de ganador. Bianchi reúne esas características. El enésimo proyecto para superar el eterno desencanto empieza con buen pie. Con el 'Virrey' recuperamos la conexión latinoamericana, que tantos resultados nos ha dado siempre.
Además hizo grande a Boca Juniors, el vivo retrato del Atlético en Argentina. Su concurso va a ser muy importante, pero no será del todo efectivo si no va acompañado de un puñado de jugadores solventes que añadan el plus de calidad que, inexcusablemente, necesita el equipo. Junto a ello, no va a ser baladí la traslación de experiencia que Bianchi puede realizar a nuestros canteranos. En este sentido conviene recordar que el 'Virrey' siempre ha sacado el máximo provecho de los jugadores de club que despuntan en las categorías inferiores. Esta virtud puede romper con la absurda tradición que nos ha condenado a ver cómo nuestras más jóvenes promesas triunfaban cedidos en otros equipos. A priori, todo son ventajas. La ilusionante llegada del nuevo entrenador no nos recuerda en nada a lo peor de un pasado reciente trufado de derrotas.