No es sólo una mala racha

Ya me fastidia volver con el mismo asunto, pero es lo que hay. Al final va a resultar que lo de falta de gol no es una cosa pasajera, ni un capricho del azar. Son demasiados partidos, demasiadas pruebas y muchas ocasiones que se fallan ante rivales de inferior categoría. Si el pasado sábado nos centrábamos en Torres, habrá que ir abriendo el abanico. Porque lo de Raúl, recuperado para el puesto donde más disfruta, tampoco es normal. Y la aportación de los jugadores que abren la lata por las bandas también es paupérrima. Muchos ya reclaman un fútbol más directo.

Por lo que se refiere a Torres, más de lo mismo. Molesto porque le hablemos de ansiedad, debería repasar la jugada de los primeros minutos, cuando tras realizar dos regates soberbios pensó únicamente en acabar con su mal fario tirando a dar al portero y despreció el desmarque de dos compañeros. Poco después, y casi como castigo, un excelente remate de cabeza se estrelló en el larguero. La solución pasa porque Torres mire las cosas de forma diferente. En vez de interpretar que la Prensa le está esperando, que el mundo se rebela contra él, debería considerar que su privilegiada situación le permite disfrutar del fútbol. Sería una pena que, pese a sus extraordinarias cualidades, siguiera sin aportar nada a la Selección.