Adiós a una temporada aciaga

Afortunadamente, ya ha terminado una temporada que ha sido de las peores a nivel deportivo que yo recuerdo. Primero llegó un entrenador que nunca caló, ni tan siquiera entre los que ahora dicen que no deberían haberlo destituido. Después, se le echó, porque casi lo pidieron unos jugadores que, muchos, no han estado a la altura ni en el campo ni fuera. Luego, la alternativa de Martín no salió como se esperaba, porque el vestuario era ya un polvorín. En definitiva, que el proyecto empezó torcido (estaba casi diseñado para Ferrando) y al final acabó como nadie quería que acabase.

Ha sido un final triste y agónico. Para colmo, después de lo que ha pasado con el Levante, cada vez tengo más claro que todos arrojamos la toalla muy pronto, porque, con sólo un poquito más, el Alba se habría salvado. El final ha sido catastrófico y ha quedado como colista de Primera, por debajo incluso del Numancia, que, en principio, no tenía mejor equipo que el Albacete.

Ahora, a preparar la temporada en Segunda. Se piensa en Ferrando para reverdecer viejos laureles, pero el valenciano todavía no ha dicho sí. Habrá que esperar unos días para saber qué decide el hombre que ascendió al conjunto blanco. Pero que no tarde, porque el proyecto tiene que salir adelante a partir de ya. Hoy ya es tarde.