Las cositas de este comandante

Tengo que reconocer que me divierte el carácter dicharachero de Luxemburgo. Con esa media sonrisa, hablando muy rápido, gesticulando sin parar, acaba tirando con bala. Además, en su fuero interno debe pensar que nos vacila a todos. Lo que ya no me complace tanto es que el equipo, con evidentes buenos resultados en el tramo final, siga haciendo un fútbol ramplón. Y ahí las responsabilidades están divididas. Lo digo porque de Gravesen hacia arriba, pocas veces los jugadores han gozado de tanta libertad de movimientos. Sin embargo, su irrenunciable orden defensivo permite que el rival tenga mucho tiempo de posesión de esférico y que, durante bastantes minutos, la historia se resuma en achicar balones como un conjunto de medio pelo. Cierto que no recibe muchos goles pero el espectáculo se resiente.

Ayer también se demostró que el manejo de la plantilla es un poco extravagante. Con Beckham ausente, no se le ocurrió mejor cosa que poner de titular a Celades. El andorrano acaba contrato y no va a renovar. Cualquier lesión ayer le hubiera dejado en el paro. Si en estos partidos donde no te juegas ni la honrilla tampoco aparecen canteranos como Juanfran, me parece que no los veremos nunca. Todo un síntoma de que caló el mensaje de Sacchi. Tampoco se entiende que Guti, achicador permanente de agua, no tenga el reconocimiento de la titularidad en este tramo final. Los galones de comandante no se demuestran solo contestando a la soberbia de Figo con el banquillo, sino siendo justo con el resto de la tropa. Ahí le falta un poquito de mano izquierda a Luxa. Si no consigues el respeto del vestuario, estás perdido.