El Euskaltel sigue sin dar la talla
Sigo sin explicarme qué es lo que le pasa al Euskaltel. Desde que Iban Mayo se retiró del pasado Tour de Francia el equipo no levanta cabeza. Sobre el papel, en este Giro era el que mejor equipo presentaba de los cuatro españoles y, por contra, es el que peor rendimiento está dando. Yo ya me imaginaba que Haimar Zubeldia iba a guardar toda la gasolina para el Tour, pero con él han ido otros buenos corredores, como Samuel Sánchez, Aitor González o Laiseka, de los que esperaba bastante más. Como también confiaba en que los restantes componentes del equipo al menos estuvieran más presentes en las escapadas. Tal como van las cosas, sólo una buena actuación en el Tour salvaría la temporada al Euskaltel. Y yo confío mucho en Iban Mayo. Pero como no rueden las cosas bien, será muy difícil que salven los muebles en la Vuelta a España.
En la carrera, anteayer fue el día de descanso y ayer tocó el día de reflexión. Los gallos de la carrera tenían más la mente en la etapa de hoy y dejaron marchar la clásica fuga para seguir guardando fuerzas de cara a una jornada que pienso debe clarificar bastante la situación en la general, que ahora mismo refleja bastante equilibrio de fuerzas entre los cinco primeros de la tabla. Tras la llegada a la cima de Limone, pienso que ya tendremos una idea más clara de, al menos, que tres ciclistas se van a subir al podio. No es una etapa tan dura como las de los Dolomitas, pero el último puerto en sí, es el más duro de los que ahora hemos tenido como finales. Supongo que el Lampre irá a por todas. Tiene al español Patxi Vila, que esta haciendo una carrera excelente, a Cunego, un gregario de lujo, y para rematar, a Simoni, al que está llegada le va como anillo al dedo.