Vale, cinco no os van a caer; serán cuatro...
Aquí estamos. Hay partido. Derby es derby, que diría Boskov. Bernabéu lleno. El digno subcampeón se despide de su afición tras esa remontada de nunca jamás que ha dado alegría, emoción y picante a esta Liga marcada por los goles eléctricos de Etoo, los kilómetros recorridos por Deco y los errores arbitrales "decisivos" a favor del Barça. Ronie, sabía que eras grande, pero que sepas que mi móvil se colapsó el jueves con decenas de mensajes de madridistas entregados a tu valor para decir la verdad, ésa que ha sacado los colores al campeón al otro lado del puente aéreo.
Ronaldo la liará esta noche. Está libre como una gacela, con el Atleti siempre golea a mesa puesta y no descarto un hat-trick que le haga temer a Etoo que hasta el rabo (de la Liga) todo es toro. El pobre Franco se debe temer lo peor. Hace 21 meses visitó el Bernabéu, defendiendo el portal del Mallorca, y se llevó tres golitos. Fue en la conquista de la Supercopa de España, título que se empeñan en hurtarnos aquellos que repiten la errónea cantinela: "Dos años sin ganar nada...".
Te prometo, Manolete, que el Comité de Salvación de la Causa Madridista (Don Santiago Bernabéu es su Presidente de Honor) está dispuesto a ordenar "no ensañarse con el humilde vecino". De hecho, me telefoneó ayer mi amigo Balbino, dueño en Brujas de un restaurante donde se comen mejores callos que en la Plaza Mayor, para dejar claro que vamos a ser magnánimos: "Tomás, no hay que abusar. No tendría mérito. Si hasta se arrugan como corderitos ante diez ultras cuando ellos eran más de 30 entre jugadores y técnicos. Con meterles cuatro podemos dar por cerrado el curso en el Bernabéu con buena nota".
La fiebre del sábado noche nos regalará un derby blanco satén, con Beckham poniendo bananas en la cabeza de Ronaldo, Raúl volviendo loco al PP de vuestra defensa (Pablo & Perea), Zidane regalándonos alguna de sus joyas en la despedida y Luis Figo dejando su posdata futbolística en el club que le ha hecho grande en estos cinco años de luces (muchas) y sombras (no tantas). No se va Figo por la Puerta del Príncipe, pero ha dejado su huella. Gran futbolista. Adiós.