Con Pavón duermo tranquilo
Para que no me tachen de ventajista, sin esperar al derby les diré que jugando Pavón yo duermo más tranquilo. Paquito, ese niño aplicado y educado que debutó ante el Athletic en el otoño de 2001 en una tarde de pavones auspiciada por Del Bosque, ahora ya es Paco. Tiene 25 años y esta temporada ha dejado secos a tipos como Kovacevic, Torres o Forlán. Su problema se llama Samuel. El argentino no ha pasado la ITV del Bernabéu (le ocurrió lo mismo a su compatriota Ruggeri) y su tosco estilo está alejado de la cultura madridista. Walter, no te ofendas, pero con Pavón y Helguera el Madrid tendría una pareja de centrales más centrada, sobria y competente.
Pavón no ocupa plaza de extranjero, doy fe, no acecha el liderato de la tabla de tarjeteados de la Liga (a Samuel sólo le supera el pretendido Pablo García) y jamás le vi echarse mano a las orejas para encararse con el Tendido del 7 del Bernabéu. ¡Qué demonios! Pavón es madrileño (de Getafe, para más señas), madridista y canterano. El sexto proyecto de Florentino necesita españolizarse, armarse con nacionales que arropen a los Casillas, Salgado, Helguera, Raúl y Guti. Para fichar centrales no hace falta cruzar el charco ni gastarse 4.000 kilos en tipos que viven en el alambre de la expulsión y la repulsa popular. Dicen que Capello quiere a Samuel. Fabio, ¿dónde hay que firmar?