Mudos ante la afición

La situación es penosa. Hemos tocado fondo de verdad. Se barruntan cambios profundos, salvo en la junta directiva, porque ahí, contrariamente a otros clubes, los aficionados no podemos castigar a nuestros gobernantes en las urnas. Ante tan calamitoso estado nadie da la cara. Nos ensucian el club, nos roban un año más las ilusiones y ni siquiera dan la cara. Los aficionados necesitamos saber, por boca de los máximos responsables, qué es lo que ha pasado y las medidas que se piensan adoptar de cara al futuro. Hasta ahora sólo hemos escuchado la obviedad del presidente Cerezo cuando asegura que se equivocó cuando renovó al trabajador Ferrando. Una salida fácil para justificar un error que muchos entendimos como tal en su día.

El orgulloso entrenador, incapaz de hacer autocrítica, nos habla ahora de ganar al Madrid. Aparte de que no le creo, su voluntarista e inútil declaración me suena a tomadura de pelo. De los jugadores que todos tenemos en mente, los principales culpables, solo hemos obtenido la callada por respuesta. Empiezan a sonar nombres para la dirección deportiva y el banquillo. Refuerzos para el primer equipo procedentes de la cantera. Algunos suenan bien, otros no tanto. De momento nada ilusiona y los que tienen la obligación de poner esto patas arriba, ni palabra. No digo que vayan a detallarnos ya los planes de futuro, pero se echan de menos unas mínimas palabras de aliento y esperanza al principal activo de la entidad: los aficionados.