No es suficiente castigo

Me parece justa la descalificación de Bettini. El italiano arrancó demasiado lejos, se puso nervioso y cerró descaradamente a Baden Cooke cuando le iba a remontar, Lo que pienso es que la UCI debería ponerse más seria con estos accidentes. Que le quiten el triunfo a Bettini y le relegen al último puesto del grupo (el cuarto en esta ocasión) no es una sanción lo suficientemente ejemplar para acabar con estas cosas. Por suerte, eran sólo cinco corredores los que disputaban el sprint, si el pelotón llega a estar más cerca muy posiblemente se hubiera originado una caída masiva a saber con qué consecuencias. Parece mentira que un corredor como Bettini, todo un campeón olímpico, pueda hacer cosas como estas que pueden terminar con varios compañeros en el hospital. Afortunadamente, ni siquiera Cooke sufrió heridas importantes, pero ya nadie le va a devolver una victoria que era suya, pues estaba claro que iba a remontar a Bettini sin problemas. Por esta circunstancia y, especialmente por el peligro que conllevan, había que castigar más fuerte a los que juegan sucio en los sprints.

La grata sorpresa fue ver aparecer a Aitor González. Lanzó un ataque muy fuerte a tres kilómetros de meta que desarmó al pelotón. El mismo Bettini fue el que respondió para neutralizarle en el último kilómetro. Y por eso llegó justo de fuerzas al sprint. El Giro nos volvió a ofrecer un final emocionante. Los últimos quince kilómetros fueron francamente bonitos. Aunque, también esta vez, demasiado peligroso por las curvas del final. Así es fácil que se produzcan caídas. Gárate se vio cortado en la de ayer y perdió 43 segundos. Pero para otros aún fue peor.