El ejemplo a seguir es Guti

No estamos acostumbrados a que el Madrid llore por los arbitrajes, ni que sus jugadores pongan en duda la profesionalidad de otros equipos. Esa guerra de nervios nunca le fue bien...ni mal, porque casi nunca la utilizó. Si acaso, puntualmente, para darle un poco de picante a algún partido contra el Barça o el Atlético. Seguro que muchos de los aficionados que acudan hoy al Bernabéu no comulgan ni con lo publicado en la pagina web del club ni con lo comentado por Roberto Carlos. Eso no quiere decir que muchos de ellos no lo piensen, que lo piensan, pero verlo en boca de un jugador o reflejado en el canal de comunicación del club, como que no les hace mucha gracia. Y entenderlo como una defensa ante presuntos agravios, menosa. Y digo esto porque el madridista siempre confió más en lo que hacían sus jugadores dentro del campo que fuera.

Por eso, en estas horas tensas, el camino a seguir debería ser el que marcó en Anoeta Guti. Lleva casi dos meses callado, justo desde que dijo en Getafe lo que pensaba, que la Liga estaba perdida. Desde entonces, no ha abierto la boca, ha asumido su suplencia con la resignación de los últimos años y, además, se ha dedicado a jugar al fútbol como los ángeles cuando le han dado oportunidad. Si no fuera por su inspiración en Donosti, estaríamos hablando de los preparativos dispuestos por el Barça para celebrar el título este domingo. Hay que reconocer que la mayoría de los jugadores del club blanco han optado por hacer lo mismo que Guti, hablar poco y meter la presión ganando partidos. Además, es la única forma de poder comprobar que las sospechas que tiene Roberto Carlos sobre el último partido de Liga no tienen fundamento.