Un trozo de tarta para Mariano
Ahora que llega el Racing al Bernabéu, quiero detenerme en un partido, el que jugó el Madrid en El Sardinero (2-3), y en una persona: García Remón. Sin negarle a mi admirado Luxa el gran mérito de su obra, creo necesario guardarle a Mariano el trozo de tarta que le corresponde de ese título que los blancos festejarán en La Romareda. Esta Liga se ganará gracias a las tsunámicas rachas victoriosas de Vanderlei (7 de 7 nada más llegar y ante el Racing se igualará ese registro), pero también por el talante conciliador y la mano firme del sucesor de Camacho cuando nadie daba ni medio euro por él.
Les recuerdo que en Santander el Madrid sumó tres puntos de oro, gracias al valor que tuvo El gato de Odessa para dejar en el banquillo a Beckham y a R. Carlos. No fue un capricho. La disciplina es la disciplina. Pero cuatro días después se equivocó ante el Sevilla al repetir la fórmula, esta vez con Ronaldo, y la derrota le costó el despido. El técnico supo sostener durante 102 días un gigante que tras la dimisión de Camacho tenía los pies de barro. Él inventó la fórmula de retrasar a Raúl para que Owen iluminase con sus goles los triunfos ante Valencia y Dinamo de Kiev. Además, evitó un cataclismo institucional y deportivo. Fue fiel a la historia del club. El madridismo, que ya susurra el alirón liguero, debe darle las gracias por los servicios prestados.