Figo y Guti, suplencias diferentes

La decisión, una semana más, de dejar en el banco a Figo y a Guti no son casos comparables. Cada uno es de su padre y su madre. El portugués lleva varias semanas recibiendo mensajes por parte del entrenador señalándole primero el peto, después sacándole los colores en conferencia de prensa y demostrándole, pese a las muchísimas ausencias, que no cuenta con él ni para este año ni para el que viene. Figo sabe, además, que en el club le quieren dar una salida digna pese a sus constantes esfuerzos a través de la Prensa por buscarse la ampliación de contrato. Por eso ni a mí, ni a Luxemburgo, ni a los madridistas ni al propio Figo le sorprende verse ayer con el peto de suplente. La lesión que tuvo no tengo por qué no creérmela, pero estoy seguro de que si le hubieran dado el peto azul le hubiera molestado un poquito menos.

Lo de Guti es otra historia. Hasta la llegada de Luxemburgo, toda la Prensa, incluidos los que le odian, concluyó que había sido, con Casillas, el mejor. Se había ganado ser titular a base de fútbol, calidad y ganas porque también se le reconoció que sudaba la camiseta como el que más. La llegada del brasileño le ha dejado oscura la habitación. Luxa no cree en él como mediocentro ni en la banda. Sólo le ve sitio de mediapunta o segundo delantero. Se puede estar o no de acuerdo con el entrenador (yo creo que se comete una injusticia), pero el brasileño es fiel a sus ideas. Ahora yo le pregunto a Luxemburgo, ¿hay alguien en ese equipo más parecido a Zidane que Gutiérrez? Sólo Guti, en esta plantilla, es capaz de pensar, asistir y jugar en un nivel parecido al del francés. El club tiene la última palabra con él. Si no le dan bola, le aconsejo que se vaya.