La Peineta ¿Solución necesaria?
Todos y cada uno de los seguidores de un club de fútbol desean lo mejor para el mismo: que su equipo alcance los mayores éxitos en los torneos en que participe. Para ello hay que conformar la plantilla adecuada y como decía Napoleón: 'para hacer la guerra son necesarias tres cosas, dinero, dinero y dinero.' El Club Atlético de Madrid es una Sociedad Anónima Deportiva desde el 30 de junio de 1992. Una de las posibilidades que contemplan sus accionistas para eliminar las deudas y sanear la sociedad es trasladarse a La Peineta vendiendo el estadio Vicente Calderón. ¡Pues que bien! El sentimiento de muchos aficionados rojiblancos se ve herido porque han cogido cariño al terreno de juego que, para la mayoría, es el único que han conocido como sede del Atleti. Existen otras muchas dudas, más serias, menos viscerales y sin duda minoritarias.
D urante diecinueve años acudí con regularidad al Metropolitano, el Stadium como lo llamaban los veteranos de entonces. Era un lugar entrañable, con su paseo ante la tribuna, la lateral de los socios y la leonera de general al fondo. Allí vi ganar tres Ligas al equipo colchonero y exhibiciones raramente repetidas. Contemplé la reforma que llevó a cabo el marqués de la Florida y pocos años después la insuficiencia de la misma y las graves dificultades para su transformación en un estadio moderno y rentable. Hubo que emigrar a las orillas del Manzanares. Con pesar y nostalgia, por supuesto, pero considerando que era necesario. Tardamos en acostumbrarnos al nuevo campo e incluso algunos aprovecharon la coyuntura para darse de baja. ¿Pudo haber otra solución? Tal vez. Pero el Atleti pudo seguir durante muchos años en la elite del fútbol español.