Alonso golea en la Champions

Hace quince días escribí una columna aventurando que Fernando Alonso sería el deportista español del siglo XXI. Lo de ayer, y posiblemente lo de hoy, lo va a reafirmar aún más. El espectáculo ofrecido por el de Renault fue digno de las mejores gestas de Indurain en el Tour de Francia. Los que aún no creían en él, ya no le pueden poner pegas. Ferrari salió a la pista con su nuevo coche y con Schumacher dispuesto a devorar al asturiano. El pilotaje de Michael fue espectacular, pero lo de Fernando fue de maestro. El teutón ya percibe que ha nacido su sucesor, y que posiblemente este mismo año tenga que entregarle el testigo. En el equipo Renault ya no tienen dudas de que todos los esfuerzos deben ir orientados hacia Fernando Alonso como jefe de escudería, pese a que Fisichella haya demostrado ser un buen compañero de equipo.

Los saltos de Flavio Briatore y de todo el equipo de ingenieros y mecánicos demostraron que saben que tienen un campeón al que mimar. Y que nadie puede fallar en su trabajo para que la precisión sea exacta a la hora de comenzar el gran premio. Ahora bien, Schumacher no está muerto. El 'Kaiser' va a morir en el asfalto intentando comprometer en cada gran premio a Alonso. Posiblemente sepa que tiene peor coche que él, pero tratará de forzarle para que cometa errores. Entrará en la guerra dialéctica para buscarle las cosquillas y ponerle nervioso, tratando en todo momento de que el español se enfrasque en peleas que no le benefician. Alonso debe estar tan frío ante el micrófono como lo está ante el volante, y ésa será la clave para proclamarse campeón del mundo. Aunque el Oviedo esté en Tercera, su mejor jugador golea en la Champions.