Hace un año estaba a 8 puntos...

Hace un año estaba a 8 puntos...

Repasemos los números. En la jornada 26 de la temporada pasada el Madrid se exhibía en Montjuïc (2-4) y el equipo del efímero Queiroz lideraba la tabla con 59 puntos, los mismos que ahora lleva el todopoderoso Barça de Etoo y Ronaldinho. El Valencia apenas podía aguantar el ritmo de su enemigo y sumaba 51, a ocho de ese líder galáctico que parecía invulnerable. El Barça estaba a 13... Pero llegaron la final de Copa, también en la montaña olímpica, y el histórico desplome, que será recordado durante décadas. En esas 12 últimas jornadas el Madrid sólo logró 11 puntos (de 36 posibles), mientras que el acorazado de Benítez se lanzó a tumba abierta a por el título sumando 26 puntos y cantando el alirón en Sevilla. Le sobraron las dos últimas jornadas... Viene todo esto a cuento porque la vida te deja pistas para que se hagan lecturas inteligentes. Pues eso.

Ni el Valencia está muerto (ha sido irse Ranieri y es como si le hubiesen quitado tres muelas picadas) ni los blancos han dicho su última palabra. Si los ché hubiesen sido conformistas habrían firmado hace un año el subcampeonato dándolo por bueno. Pero el espíritu guerrero de los Ayala, Carboni, Albelda, Baraja, Vicente o Mista sirvió para dar una lección a la Galaxia. Por eso hoy puede mestallar la Liga. El Valencia ha recuperado la fe, la autoestima y el librillo mágico de Rafa. Bien por Antonio López. Pero Luxa también ha sabido nutrir el orgullo de su tropa y ha reordenado tácticamente a un equipo que sabe que el Barça, tarde o temprano, se tropezará en la escalera de un calendario que da miedo (Athletic, Deportivo, Betis... ¡y Real Madrid!). Ojo. Hasta el rabo todo es toro. Y tiene las astas afiladas. Ya veremos quién se lleva la cornada.