Mi hermano Roberto 'Air' Carlos

Mi hermano Roberto 'Air' Carlos

Siempre quise tener un hermano, porque hay cosas que tus hermanas nunca podrán compartir con un niño enamorado de una pelota de fútbol mientras ellas devoraban el Super Pop y los posados de Los Pecos, Pablo Abraira y Miguel Bosé, que a mí me parecían unos marcianos al lado de mis Pirris, Juanitos y Santillanas. Si el genio de la lámpara me concediese un deseo con carácter retroactivo le hubiese pedido que me regalase un hermano como Roberto Carlos. Un trasto, un hombre feliz que sonríe hasta a las hienas con tal de encontrar cariño, pero capaz de arruinarse por la gente que quiere y decir siempre 'sí' para repartir felicidad a su paso. Es justo decir que Roberto Carlos ha sido después de Di Stéfano y Stilike, el extranjero que ha hecho más grande al Real Madrid. Durante una década prodigiosa ha resucitado la mítica banda de Gento.

Robertinho ha pulverizado todos los registros estadísticos desde que llegó en el verano de 1996. Además, ha levantado tres Copas de Europa (en color, por supuesto) y ha sido el cuchillo que ha permitido que Suker, Mijatovic, Raúl, Morientes y Ronaldo pusieran la mantequilla. Roberto ha sumado más que restado, ha hecho feliz a muchos niños en el santuario de La Castellana y su sonrisa perenne ha acompañado las últimas hazañas del Real Madrid. Ya sé que no es el que era, pero desde que llegó Luxemburgo ha resurgido elevando su nivel de compromiso, ha vuelto a sobrevolar el carril del 3 y ha demostrado seguir teniendo hambre para hacer lo que más le gusta: ganar, conquistar títulos y divertirse con la camiseta del Madrid. Roberto, no seré yo el que te dé la espalda. Felicidades por haberte puesto a 300. Máquina, no nos decepciones.