El Atleti en pos de la victoria mil

Ahora que tanto se habla de un posible traslado a La Peineta abandonando el Vicente Calderón, conviene recordar que el Atlético de Madrid ha actuado en el campeonato de Liga como local también en el Metropolitano, Vallecas y Chamartín, además de los exilios ocasionados por sanción, como Albacete o Cáceres. En esos encuentros ligueros está a punto de cumplir los mil partidos victoriosos en primera división. Dentro de las novecientas noventa y nueve anteriores hay goleadas históricas y las obtenidas en el tiempo de descuento. Las que sirvieron para alcanzar títulos de campeón o para salvarse de riesgos de descenso. Las conseguidas como resultado de una gran superioridad sobre el rival y las que se obtuvieron con más suerte que juego. Las que hay que agradecer al error de los colegiados y las que cayeron a pesar de las equivocaciones de los árbitros o a consecuencia del gol del cojo. De todo ha habido a lo largo de más de setenta y seis años de historia. Desde 1995-96, el año del doblete, valen tres puntos, pero hasta entonces sólo se sumaban dos.

La victoria es el fin que siempre deben buscar los que visten la camiseta rojiblanca. Es la satisfacción que encuentran los aficionados después del sufrimiento padecido en las gradas o a través de la radio o la televisión. Pero sobre todo la victoria debe ser el premio a una actuación donde se conjugan la calidad técnica y el esfuerzo físico de cada jugador, con la labor de equipo y la estrategia y táctica adecuadas a cada momento. Mil victorias ligueras son la consecuencia de todo ello desde los tiempos heroicos de Olaso y Cosme hasta los actuales de Torres y Perea. Para los que hemos vivido la mayoría de ellas nos vienen a la mente miles de recuerdos, de nombres, de escenas brillantes o de churros clamorosos. Dan para escribir un libro.