Yo digo J. J. Santos

No merece entrar de rebote

J.J.Santos
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He conocido pocos tipos tan educados y profesionales. Otro, con su trayectoria, habría montado el pollo hace meses por calentar banquillo. Michael Owen es disciplinado pero no bobo. Intuyo que está muy quemado, y que no dejará de estarlo por ser hoy titular. A su entrenador le sobró ayer decir que entraba en el equipo porque quería dar un escarmiento a Ronaldo. Es hacerle de menos cuando lleva tiempo reclamando ser titular por sus goles. Ha pasado medio campeonato y aún no sabemos si se entiende con Zidane, Beckham, Guti o Figo, si ha disminuido su velocidad tras las pasadas lesiones, si puede sacar el genio para pegarse con las duras defensas de los rivales. Está inédito. Los goles conseguidos en los últimos minutos certifican que no se le ha olvidado hacer lo que ya hacía siendo juvenil, lo que ha hecho siempre. Eso era incuestionable.

Tampoco ha querido aprovecharse del cariño que le ha brindado el Bernabéu. Otro, en sus circunstancias, habría rajado de lo lindo. La grada empuja lo suyo y muchas jugadores utilizan su popularidad para forzar renovaciones, filtrar posibles soluciones tácticas para encajar en el equipo o incluso ir a llorar al presidente. No me consta que Owen haya maniobrado así. Pese a ello debe estar bastante descolocado. Fue suplente con Camacho porque al de Cieza le sentó como una patada en la boca del estómago su fichaje. Volvió a ser suplente con García Remón, algo cantado porque éste era segundo de Camacho y debía compartir esa idea. Y repite aislamiento con Luxemburgo. El brasileño, aunque aparenta no casarse con nadie, ha dado síntomas de cierto ventajismo que también perjudica a Michael Owen. ¿Y si hoy marca tres goles al Athletic?

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