Hoy sigan a Shane Williams

Esta tarde, sin duda, habrá que estar muy pendientes de Gales, después de su brillante victoria en la jornada inaugural ante Inglaterra, queda por saber si los galeses serán capaces de ganar en Roma y confirmar su buen momento. Y en el equipo galés hay que fijarse especialmente en Shane Williams, el pequeño bailarín, como le apodan en su club, Ospreys, un equipo formado tras la unión de dos clubes Neath y Swansea. Desde la Copa del Mundo este magnífico jugador es la referencia de su equipo. Tiene el contrapié letal de Gerald Davies y la velocidad de J.J. Williams.

Desde los años 70 Gales no ha tenido un jugador de estas características y por eso, quizás, está llamado a marcar una etapa en el rugby galés de la misma forma que en otra época lo hicieron Barry John, Gareth Edwards o Euan Evans. Con él, Gales se ha quitado el miedo a jugar como los galeses siempre habían jugado, ya que seguían perdiendo. Sin embargo, ver jugar a estos galeses es todo un placer. Desde el Mundial de Australia, Gales no ganaba los encuentros, aunque siempre salía de los partidos con la cabeza muy alta, marcando ensayos y dando espectáculo a los aficionados. Para saber ganar hay que estar acostumbrado a perder, y ha sido entonces cuando estos galeses han aprendido a ganar. En los test de noviembre cayeron ante los Springboks en la última jugada del encuentro y ante los All Blacks perdieron por un solitario un punto. Gales ha madurado y con él, su rugby. Y ha sido en este Seis Naciones cuando ha empezado a ganar. Inglaterra ha sido primera víctima. Con Shane Williams y sus tres cuartos, no se sabe hasta dónde puede llegar este equipo.