José Antonio Reyes al Madrid, Michael Owen al Arsenal y todos tan contentos. El Bernabéu aplaudiría entusiasmado un trueque que dignificaría la obra de Florentino, a la que sólo le falta añadir un gran fichaje español para completarla. Reyes siempre soñó con ser blanco y en la Premier League ya ha demostrado que es pata negra. Owen es una bala ante el gol y su porcentaje de efectividad es admirable pero su fría personalidad y su indisimulado estado de infelicidad (The Times no acostumbra a inventarse nada) recomiendan dejarle volver a casa este verano.

Puestos a soñar, ¿se imaginan a Robinho y Reyes en las bandas del segundo proyecto de Luxa? Además, sé que Adriano sigue en la cabeza de FP y como Raúl ha dejado claro que hay capitán para rato es absurdo ponerle cadenas a Michael para retenerlo. Su fichaje fue barato, por lo que no habría perjuicios económicos. Y Reyes nació para jugar en el Madrid. Futbolista de toque, filigrana y maniobra sutil de escuela andaluza. Es joven y está sobradamente preparado. Se está fraguando un Madrid que prolongará el actual estado del bienestar. Si al mismo se incorporan Reyes, Gerrard, Robinho y Joaquín tenemos barra libre de talento para muchos años...