Captura la magia
Como cada año llega el rugby en febrero con el Seis Naciones un torneo en el que cada partido esconde una gran dosis de tradición y de auténtica verdad con un significado que va más allá del deporte. Los partidos del Seis Naciones son acontecimientos sociales en todas las ciudades. No hay necesidad de explicar por qué. Existe algo que se ve ahí abajo, en el verde, en los jugadores, en las gradas, en los himnos, en las camisetas, en los árbitros, en el balón, se ve en todo. El rugby hay que vivirlo, no es igual para todos porque no es cómo te lo cuentan sino cómo lo percibe cada uno. Hay aficionados que les llega más que a otros. Es como los toros en España. Algunos lo entienden mejor que otros, pero el arte siempre está ahí abajo y el que sepa apreciarlo lo disfrutará. En uno de mis primeros partidos en Cardiff como comentarista junto a Robinson nos dieron un programa del partido que decía: disfruta y captura la magia.
Desde entonces he intentado capturar esa magia y con esa actitud es con la que hay que sentarse a ver un partido de rugby. A algunos les ha capturado el juego de Gales de los 70, a otros el rugby a la mano de los franceses y a otros las derrotas de Inglaterra con equipos menos fuertes. Ensayos como el que consiguió Gareth Edwards en el 73 con los Barbarians frente a Nueva Zelanda son prueba de este entusiasmo. Todo el que lo ve se queda con algún detalle porque está lleno de ellos, simplemente hay que aprender a verlos.