El ejemplo de las World Series
El próximo GP de Mónaco de Fórmula1 tendrá un telonero muy especial, las Renault World Series, una categoría de monoplazas que son ya la antesala de la F-1 y de la que salió hace seis años Fernando Alonso. Así, mirado desde la distancia, quizá no llame mucho la atención, pero si tenemos en cuenta que la idea, el corazón y la cabeza de las World Series tiene nombre español, JaimeAlguersuari, y empresa española, RPM Racing, y que frente a ellos está todo el lobby anglosajón del mundo del motor más Briatore, me atrevo a decir que después de Alonso esta noticia es la más importante que ha tenido el deporte del motor de nuestro país en relación a la F-1. Ese 22 de mayo Adrián Vallés y Celso Míguez (los dos aspirantes más sólidos a Fernando Alonso) junto a Félix Porteiro tendrán la oportunidad de lucirse ante la elite del automovilismo mundial.Pero puede que vayan huérfanos de patrocinadores españoles, ya que alguien con buena mano en Repsol y Telefónica ha presionado a estas empresas para volcarse con el equipo de Alfonso deOrleans en GP2 (la apuesta de Briatore) con Borja García de piloto, relegando a un segundo planoel proyecto de las World Series. Lo lógico hubiera sido que se unieran RPM, Telefónica y Repsol. Que razón tenía L'Equipe en sus propuestas para mejorar el deporte, sobre todo en el punto 48. Sería el final de las recomendaciones de sangre azul.