Un juego ameno y complicado
Siempre que me piden la composición de un equipo histórico me ponen en un aprieto. Seleccionar un once resulta divertido pero muy complicado. Toda elección significa renuncia y renunciar a cien o más jugadores para quedarte sólo con once resulta difícil. En nuestra Primera División han jugado más de once mil. Épocas diferentes, con estilos y tácticas distintas. A unos les hemos visto cientos de veces; a otros en muy pocas o sólo sabemos de ellos por amarillentas imágenes o por la lectura de publicaciones añejas.
Una marca cervecera, patrocinadora del Barça, ha compuesto la suya con ocho blaugranas y dejando fuera a Di Stéfano. ¡Qué barbaridad! Yo a la LFP le ofrezco otra. Portero: Zamora. El Divino es un apelativo que le sitúa delante de todos los demás. Cuatro defensores: por la derecha Rivilla y por la izquierda Roberto Carlos con Hierro de libre y Jacinto Quincoces de marcador. En la línea de centrocampistas habrá que acoplar a cuatro jugadores que en su tiempo actuaron como atacantes. Amancio y Gaínza en las alas con Di Stéfano y Luis Suárez en posiciones centrales. Arriba dos grandes goleadores: Lángara y Puskas. Hay otros muchos y me duele dejarles fuera: Regueiro, Iraragorri, Epi, Zarra, Ben Barek, Kubala, Garay, Collar, Iríbar, Cruyff, Maradona, Hugo Sánchez, Romario, Ronaldo... pues ¡al banquillo!