Creo que se va a ir a Chamartín

Tengo la impresión de que Joaquín se va a ir al Real Madrid. Muy a pesar de Lopera, que, como recordarán, celebró este recién estrenado 2005 dando a sus seguidores un regalo muy especial: disfrutar, al menos hasta el próximo derby, de las excelencias del supersónico de El Puerto. En realidad, todos dábamos por hecho que esta Navidad, Lopera aceptaría la impresionante oferta de 35 millones de euros que el supermillonario magnate Roman Abramovich puso encima de la mesa. También hay que decir que hubo otra propuesta del Manchester United de 'sólo' 15 millones de euros. Pero la cosa no se hizo, en parte porque Lopera quiere contar con toda su artillería para complacer a Serra en su obsesión por ganar la Copa del Rey y en parte también, porque indirectamente hay un pacto no escrito, pero pacto al fin y al cabo, donde se interpreta que si Joaquín tiene que irse ha de ser al Real Madrid.

Si echamos un vistazo al panorama futbolístico mundial nos encontramos con que figuras, lo que se dice figuras, sólo queda Joaquín. Independientemente de que el Real Madrid haya variado su política de Zidanes y Pavones mediante la recuperación de una tercera pata (ejemplo Gravesen), hay que rendirse a una evidencia: el madridismo quiere a Joaquín. Hablando con lo más granado del rancio abolengo del aficionado merengue, muchos inciden en que desde los tiempos de Amancio, nunca ha habido un extremo como el bético. Por eso le veo en Chamartín. Y por eso el Betis ya trabaja para que esta marcha se note lo menos posible. Y es que Joaquín es estratosférico (odio la palabra galáctico). ¡País!