Yo digo J. J. Santos

El fútbol convertido en tostón

J.J.Santos
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Por no viajar, a Valladolid no viajó ni la flor de Luxemburgo. Se hubiera helado. Tampoco era necesario. La Federación, experta en ser contumaz en los errores, ha decidido que la emoción de la Copa del Rey se tome un respiro desde octavos hasta semifinales. Las dos próximas rondas nos las podríamos fumar, como nos fumábamos las asignaturas marías en el colegio. Sacchi me dijo la pasada semana que menos Copa y más entrenamiento. No tiene un pelo de tonto. Emilio Butragueño le debió poner al tanto. Así las cosas, la visita del Madrid a Valladolid no interesó ni al tato. Gradas semivacías, suplentes voluntariosos y falta de emoción. Teniendo los equipos grandes la carta del partido de vuelta, te puedes permitir perder por un margen decoroso y la supervivencia en la Copa sigue sin peligrar.

Vanderlei Luxemburgo, como no pudo hacer pellas, aprovechó para ensayar. Tres centrales en el equipo. Cuanto menos, resultó poco decorosa la novedad táctica ante un Segunda. Igual quería probar pensando ya en la Juventus. El que más agradeció la novedad fue Samuel, que sufrió menos que en otras ocasiones. De los llamados Pavones, poco lucimiento, poca chispa y ningún atisbo de jugador curtido ya para el primer equipo. Tan soso estaba el partido que casi todos nos centramos en ver si marcaba el Valladolid para que restregaran a la Federación, otra vez la Federación, las camisetas de apoyo al delantero uruguayo Hornos. Nos tuvimos que conformar con ver calentar a los suplentes pucelanos con ese mensaje de apoyo. ¿A ellos también les multarán por tal osadía? País, que diría Forges.

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