Todo es cuestión de confianza
Las palabras "Alex Ferguson" y "humildad" no suelen ir demasiado bien juntas. Por eso resultó gratamente sorprendente oír al entrenador del Manchester United confesar el mes pasado que, tras un mal comienzo de temporada, su equipo estaba jugando muy bien, pero que no entendía porqué. "La clave radica en que de repente mis jugadores salen al campo llenos de confianza en sí mismos," declaró Ferguson a un canal de televisión inglés. "No sé porqué habían perdido la confianza. Ni tampoco sé cómo la han recuperado. Pero ahí está."
Se ofrecen varias explicaciones de porqué el Real Madrid ha tenido un comienzo de temporada tan malo, y porqué el Barcelona ha empezado tan bien. Casi todas las explicaciones giran en torno al famoso tema del "equilibrio": que un equipo lo tiene y otro no. Puede ser, pero si uno se fija en cómo han jugado los dos grandes del fútbol español en la primera mitad de temporada, hasta finales del 2004, la diferencia que más ha saltado a la vista es que uno ha salido al campo convencido de que, aunque le metan un gol, va a ganar y el otro ha salido temiendo que si le meten un gol se hunde. De repente todo parece haber cambiado. El fin de semana pasado eran los jugadores del Barcelona los que parecían hundidos, confusos, perdidos y los del Real Madrid emanaban esa fé casi ciega y esa sonrisa con las que Ronaldinho y compañía comenzaron la temporada.
No es ni siquiera cuestión de jugar bien o jugar mal. Es cuestión de saber que vas a ganar. Si te lo crees tú, se lo cree tu rival. Especialmente si te llamas Beckham, Ronaldo, Figo o Zidane.