Habría que jugar este encuentro como en el cole

Menos mal que se juegan hoy esos seis minutos porque, de lo contrario, algún aprovechado sacaría incluso un tratado teórico de cómo afrontar esa recta final de partido aplazado en su día por la amenaza de bomba. Y la verdad, creo que no es para tanto. Cierto que en ese tiempo se pueden marcar varios goles, pero de ahí a poner a Luxemburgo como un mago moderno del balón que puede ganar él solito los tres puntos o que el portero de la Real se haya tirado un tiempo ensayando el saque de puerta con el que se reanudará el choque... Un poquito de por favor. Yo me apuntaría a lo que hacíamos en el patio del cole en el tiempo de recreo. Como los partidos no iban más allá de los diez minutos que sobraban tras comernos el bocata, patada hacia adelante y a buscar al jugón de la clase para que la clavara.

Eso, llevado a la práctica, significa que si fuera el técnico de la Real Sociedad, pediría que le aclararan el terreno a Nihat y en cuanto pudieran, que cogiera carrerilla el turco y así hasta plantarse en las mismas narices de Casillas. Si fuera el entrenador del Real Madrid, y sabiendo mucho menos que Vanderlei Luxemburgo, la táctica sería enviar balones a Ronaldo en carrera, si da tiempo, o explotar al máximo las pillerías de Raúl cerca del área para provocar una falta que pudiera lanzar Beckham o Roberto Carlos. Lo demás, dibujos tácticos incluidos, son ganas de marear al personal porque seis minutos no dan para mucho, la verdad. Lo único que está garantizado es que no habrá especulación por parte de ninguno de los dos equipos. Lo digo porque la Real Sociedad, que teóricamente es la beneficiada con el empate que momentáneamente refleja el marcador, también se ha dado cuenta de que puede sacar tajada de una situación tan anormal. Insisto, como en el cole, que se olviden de todo y jueguen de forma arrebatada. Y a ver qué es lo que sucede.