El Moro se va... ¿Vuelve Portigol?
La inevitable marcha de Morientes en el mercado de invierno (necesaria porque un delantero de su calidad no puede estar pudriéndose en el banquillo) abrirá las puertas al regreso de Portillo. El pavón errante ya ha marcado siete goles a pesar de haber jugado en la Fiorentina hasta de speaker antes que en su sitio natural: de nueve-nueve. Florentino ya ha conversado informalmente con él (es una de sus debilidades) y le ha dicho que esté tranquilo, que su sitio está en el Bernabéu. Florencia-Florentino-Fiorentina. Triángulo mágico. Si el Moro se va al Liverpool (apuesten por ello), Portillo será reclamado a filas. ¿Si se lesionase Raúl, Owen o Ronaldo cómo vas a afrontar la eliminatoria con la Juve con sólo dos delanteros?
Portillo es un inconformista y no tiene buena prensa por su soberbia ("va de sobrado tu amigo Porti", me dicen sus acusadores). Pero olvidan que los goleadores son así. Una raza obsesiva con las redes enemigas, que se deprimen si no la meten y crecen diez centímetros como claven tres en una semana. Portigol se matriculó una noche en Atenas y un año después se licenció con un gol heroico en Dortmund. En la cantera del Madrid, lo descubrió Del Bosque, los marcó de todos los colores. Tiene hambre, ilusión y madridismo. Javi, vuelve a casa por Navidad. Ya.