El tiempo aclara las dudas

El tiempo aclara las dudas

Hay dudas que solamente parece despejarlas el tiempo. Tiempo definido, en muchos casos, por errores de los que uno debe aprender si tiene la humildad y la inteligencia para poder hacerlo. Estas reflexiones me vienen a la cabeza tras la sufrida victoria del pasado domingo ante el correoso Osasuna. Han tenido que pasar muchos meses y muchos domingos en el banquillo para que Ferrando se dé cuenta de que no podemos ningunear a los pocos efectivos con los que contamos. Me refiero a Salva Ballesta. Todos, excepto el entrenador, parecíamos tener meridianamente claro que con él, Fernando Torres juega más cómodo y, además, tenemos mucha más capacidad ofensiva. Por no hablar también de Antonio López, al que hemos terminado de descubrir casi cinco meses después de comenzar la temporada.

Únicamente nos queda ya que al entrenador se le terminen de encender las luces para arreglar el centro del campo. Confiemos en que la iluminación no le llegue cuando todas nuestras posibilidades de estar en puestos para optar a jugar en Europa se hayan difuminado. César Ferrando me parece un hombre pausado y listo, de los que no acostumbran a construir la casa por el tejado. A pesar de ello, desearía que tuviera para todo los mismos reflejos que ha tenido para conseguir hilvanar una de las mejores defensas del campeonato de Liga. Especialmente, para que adivinara cuáles son los males que asolan a nuestro equipo en el momento en que nos tenemos que alejar del estadio Vicente Calderón. Cuando uno acostumbra a dar dos caras durante un prolongado espacio de tiempo al final termina en el diván del psicoanalista.