Un corazón siempre rojiblanco

Todavía no había cumplido los diecinueve años cuando José Armando Ufarte le hizo debutar en El Molinón. Faltaban quince minutos para finalizar el encuentro y saltó al campo para sustituir al 'pichón' Marcos. Luego jugaría varios minutos en diversos partidos hasta que en Mestalla actuó como titular participando en una gloriosa victoria (3-4). El jovencito era un extremo con rapidez y desborde que desde el primer momento gozó del cariño de los aficionados. Su estreno como goleador se produjo en La Rosaleda. Salió al campo a falta de diez minutos y, en el último, marcó el gol de la victoria (1-2). Una semana después se estrenó en el Calderón. Fue el quinto de una goleada espectacular (6-1) al Español. ¿Te acuerdas Borja? En 1990 tuvo una grave dolencia que le apartó de los terrenos de juego pero supo vencer la adversidad con enorme espíritu de superación. Sin embargo, ello le hizo estar ausente del equipo titular en las dos triunfales Copas de 1991 y 1992.

Desde 1993 jugó tres temporadas en el Tenerife. Allí volvió a resucitar su juego veloz y efectivo, pero desgraciadamente se perdió participar como actor en la temporada del doblete colchonero. ¡Cómo lo hubiese disfrutado! Su recuperación como futbolista de alto nivel le devolvió a orillas del Manzanares. Desde entonces viste de nuevo los colores rojiblancos y en nueve ocasiones los de la Selección nacional. En mayo cumplirá 36 años y ha perdido sus principales virtudes físicas, pero sigue defendiendo con el máximo entusiasmo al equipo que siempre ha llevado en su corazón. Ante Osasuna, si César Ferrando lo considera oportuno, cumplirá su 450 partido oficial con el Club Atlético de Madrid. ¡Enhorabuena!