Asignatura pendiente: rotaciones

En contra de lo que pudiera parecer por la información que flanquea esta columna, García Remón sigue sin hacer rotaciones; si varía de alineación es obligado por las bajas. Y tal vez sea esa la única conquista que le queda. Enderezó al equipo y le dio confianza, se atrevió a alinear juntos a los cuatro Balones de Oro (con éxito) y tuvo la firmeza de mantener a Guti en el once cuando regresó Beckham, aunque eso significara sacrificar a Owen. Ninguno de sus predecesores más recientes tocó tantas cosas en un equipo intocable.

Sin embargo, no está dosificando a la plantilla y no me hablen de lo que se avecina en Villarreal, porque eso no es rotación, sino éxodo. Dar descanso a un par de jugadores por partido, no por sorpresa, sino después de haberlo anunciado y explicado, no sólo ofrecería oxígeno al equipo, también equilibrio. Con la excusa de los descansos, el entrenador se liberaría de esa dictadura del talento que parte en dos el sistema y podría probar nuevos esquemas (el sensato 4-4-2, por ejemplo). También contentaría al banquillo, y no olvidemos que es en el banquillo donde radica la fortaleza por explotar de esta plantilla (Morientes, Owen, Solari). Es fundamental que García Remón continúe buscando soluciones porque sigue habiendo problemas. Pararse ahora es venirse abajo.