La cabeza antes que el dinero
Cuando a un piloto de diecisiete o veinte años le preguntas si prefiere ser campeón del mundo o ganar dinero, seguro que te contesta que campeón. Si haces lo mismo con su mánager preferirá hablar de ingresos. La fórmula ideal es aunar ambas, pero eso sólo vale para los consagrados. Y tal y como marcha el mercado de fichajes para 2005 en el Mundial de motociclismo vemos que se impone el criterio del dinero.
Así podemos ver que Barberá se marcha a 250cc y renuncia a poder ser campeón del mundo de 125cc con la moto de Dovizioso, Lorenzo se va con él de compañero sin haber madurado lo suficiente y Elías pasa a MotoGP con una Yamaha con la que a duras penas entrará entre los cinco primeros. Los tres son potencialmente campeones del mundo en cualquiera de las categorías, pero curiosamente este triunvirato de futuribles ha optado por la peor de las decisiones para su carrera, aunque seguro que van a engordar la bolsa. Pero lo que puede ser pan para hoy se torna en hambre para mañana. Ahí tenemos el ejemplo de Melandri, un piloto excepcional, campeón del mundo en 250cc y sin moto para el año que viene tras no adaptarse a MotoGP. Y esto le puede pasar a Elías en tan sólo un año. Incluso parece que esta fiebre de decidir lo peor para uno mismo le puede llegar a Dani Pedrosa. Y todo por el frenesí anti Rossi desencadenado por Honda para destronar al que sin rubor afirmo que es el mejor piloto de todos los tiempos. En el circuito el piloto debe ir a todo lo que le da su valor y la moto, pero, fuera de él, el factor cabeza aconseja competir frente a tus rivales con cautela, pasito a paso y sin interrupción.El dinero será a corto plazo si no les acompañan los triunfos.