La Copa de Europa lo tapa todo

Aún recuerdo la desastrosa campaña del Real Madrid en el 97/98. Lorenzo Sanz era corrido a gorrazos un domingo sí y otro también. La llamada Quinta de los Ferraris no daba pie con bola. Pero ganaron la Séptima, pasaron a la historia y se mantuvo el avispero un temporada más. En el segundo año de mandato de Florentino, la Novena también tapó trapos sucios que luego salieron a relucir en los meses siguientes. El caldo de cultivo para que explotaran los casos de Hierro y Morientes estaba ahí, pero nuevamente la Copa de Europa echó tierra encima. Es muy pronto para decir si estamos ante algo parecido, pero los hechos demuestran que las victorias ante Roma y Dinamo de Kiev en casa, en competición europea, han servido de bálsamo para olvidar el tormentoso inicio del Madrid, con cambio de técnico incluido.

García Remón no aparenta la solidez de Vicente Del Bosque, por mucho que se les compare. Zidane ha comenzado por debajo de su nivel. Roberto Carlos nos desvelaba ayer en Kiev que su bajo rendimiento se debe a una lesión de pretemporada que le ha hecho jugar con molestias. Curioso, ni él ni nadie del cuerpo médico nos había informado hasta ahora. Owen ha tardado mes y medio en ser titular. Beckham lleva en la sombra casi un mes. Los dos fichajes de lujo para la defensa viven más en la enfermería que en el campo. Y pese a todos esos problemas, el público volvió a confiar en el equipo a raíz de golear a la Roma en Champions League. El socio no tiene dudas: es la competición por excelencia. Ocurre que es demasiado pronto para agarrarse ya a dicha tabla de salvación. Eso vale para cuando llega la primavera.