Ahora hay que prohibir lo prohibido

Ya está en marcha la nueva Ley de Tráfico y bienvenida sea. Desde aquellas primeras y reposadas campañas de Si bebes no conduzcas o Si duda no adelante hasta llegar a los años de la publicidad dura de ¡Vive! o Las imprudencias no sólo las pagas tú se ha intentado casi de todo con escaso éxito. Ahora probamos endureciendo el castigo, una fórmula que pienso que si puede ahorrar vidas (nada menos que 25.549 muertos en las carreteras españolas en los últimos seis años) no entiendo por qué se ha esperado tanto a ponerla en marcha, cuando para hacerlo sólo exigía el esfuerzo de reunirse unos cuantos y después legislar convenientemente. Al margen del endurecimiento de las sanciones se incide en prohibir lo que ya estaba prohibido, pero que nadie se encarga de cumplirlo y señalo al Estado en primer lugar.

Recalco lo de la Administración porque no se debe ir a más de 120 km/h pero con dinero se puede conducir un Ferrari 360 Módena que llega a los 296 km/h, en cualquier revista te puedes comprar un caza radares que es indetectable por la Guardia Civil, se venden todo tipo de motos off-road pero si te pilla el Seprona te empapelan, o te venden un manos libres para coche que para utilizarlo necesitas usarlo con la mano cuando ahora la Ley lo prohibe explícitamente. Y todo ello con IVA incluido, es decir, el impuesto que recauda Hacienda cuando compramos una mercancía. Esto significa que el Estado se enriquece con lo prohibido y nadie le sanciona. En temas como el de las motos de campo habrá que encontrar soluciones y en otros el legislador se tendrá que aplicar, pero yo empezaría por exigir a Fomento que acabe con los 959 puntos negros que tienen las carreteras españolas.