Un seductor llamado Karim

Un seductor llamado Karim

Karim nos ha imbuido de su moral de campeón y de su espíritu guerrero a todos los que hemos hablado con él estos días. Se ha hartado de explicar que se ha preparado como nadie, o como los mejores de siempre. Nos ha gritado una y otra vez que no va a fallar en su primera gran batalla, que está como nunca. Karim lleva la cuenta de los kilómetros que ha corrido, de los asaltos que ha hecho, tiene a Simone Maludrottu, el campeón, metido en la frente. Sabe cómo se mueve en el ring, cómo camina, cómo lanza los puños, dónde deja los huecos y cuáles son sus puntos débiles. Karim es pura fibra. Tiene una confianza a prueba de golpes. Y eso suele ser decisivo en el boxeo. Karim Quibir no sabe lo que es perder, y ni siquiera se lo imagina. Su carrera profesional es impresionante. Y eso tiene mucho mérito en un país en el que subir al ring es una aventura.

Karim ha impuesto su terquedad en medio de un ambiente desolador. Se ha empeñado en ser grande en el boxeo, aunque el boxeo casi ni exista. Para empezar ya ha conseguido que haya ambiente de gran Campeonato, de acontecimiento de lujo. Es el favorito, porque nos ha convencido a todos de que nadie puede ganarle. La pelea es en Vistalegre porque ha convencido a su mentor Soria de que cualquier otro escenario se le quedaría pequeño. Karim es un tipo que seduce, tiene ese gancho especial que hemos visto en muy pocos campeones, sólo los que llegan a la gente. Cuando hoy salte al ring embrujará a los miles de aficionados que acudirán a Vistalegre. Después, cuando suene la campana, ya todo dependerá de sus puños. Y Karim tiene una fe ciega en ellos. Yo también creo que hoy el poder de su pegada le hará campeón de Europa.