García y Pérez: ¡viva la cantera!
Les podría hablar de Owen y de Morientes. Gol en inglés, gol en castellano. De sus dos dianas reivindicativas, de ese Dani Ruiz (el Sur también existe) que dibujó una banana praxiteliana en el 1-2, clavada al golazo que Figo le hizo a Barthez hace dos años en la Champions. Si quieren me detengo en la astucia de Vicente García Del Bosque Remón (disculpen mi ofuscación al querer diferenciarlos) para preservar a sus galácticos sin que ello provocase un agujero en el prestigio y la cuenta de resultados. Y acabamos comentando la comida que Florentino y Jesús Polo mantuvieron en El Señorío de Alcocer, sin olvidarnos de la positiva recuperación de Borja (el blanco) para la causa...
Pero estaría hurtándoles la novedad más refrescante que ha dejado para la afición madridista este derby copero. Los pavones de última generación existen y no me extraña que el filial marche líder destacado en su grupo de Segunda B. Alex Pérez, hijo de Miguel Pérez, extremo argentino que llegó al Bernabéu tras la conquista de la Sexta (1966), y Javi García, un Stielike del siglo XXI, dejaron su sello. Normal. Si en el Madrid de hoy te apellidasPérez, como el presi, o García, como el míster, lo justo es estar bendecido. Este Javi García es dinamita pa los pollos. Una caja torácica como la que exhibía Goyo Benito, una fuerza propia de un jugador de 25 años (sólo tiene 17) y un arrojo que me recuerda a los hermanos Van der Kerkoff, dos holandeses que jugaban al fútbol en los años 70 como si fuesen dos minipimer. Desde que se fue Makelele a la cueva de oro de Abramovich, el Madrid no ha encontrado un panzer que se haga respetar en la medular. Javi García es un bucanero. Pelotero a seguir.